REFERENCIAS HISTÓRICAS

REFERENCIAS HISTÓRICAS DEL NACIMIENTO Y DESARROLLO DE LAS UNIVERSIDADES POPULARES EN EUROPA, AMÉRICA LATINA Y ARGENTINA 

Gustavo E. Drake

INTRODUCCIÓN 

 Cuando hablamos en Argentina de Universidades Populares, nos estamos refiriendo a un fenómeno histórico y cultural de nuestra sociedad. Fenómeno, que hunde sus raíces en otras experiencias europeas, y también, que reconoce el aporte renovador y creativo de movimientos sociales de orden nacional y de otras experiencias latinoamericanas. También estamos haciendo referencia a procesos de participación ciudadana que se han visto alterados por las sucesivas y recurrentes crisis institucionales, con sus nefastas consecuencias de gobiernos autoritarios. Las continuas interrupciones del estado de derecho en el país, han traído aparejado la pérdida de esta memoria histórica, que hoy se hace imprescindible esclarecer y rescatar, como parte de nuestro acervo y patrimonio cultural. 
 Hablar de Universidades Populares, es hablar de procesos de inclusión social de vastos contingentes inmigratorios en nuestra sociedad. Es hacer referencia a procesos de educación no formal, de capacitación de miles de compatriotas que encontraron en estas organizaciones, oportunidades para mejorar su calidad de vida y favorecer sus posibilidades de acceso al mundo laboral. Es hablar de espacios de participación cultural, y de creación artística, y de acceso a un mejor estatus ciudadano. Es también hablar de la historia de la Universidad Argentina, de su compromiso ético, a través de la extensión, y de un conjunto de extraordinarios intelectuales que se comprometieron en la labor educativa con una clara proyección y compromiso social. En síntesis, el objeto de este trabajo es sumar un aporte a la recuperación de un valioso patrimonio cultural, que hoy pretendemos re significar a través del desarrollo de un Programa de acciones que pretende ser implementado desde la Cátedra Libre de Universidades Populares, de la Universidad Nacional de La Plata, y cuya finalidad es dar un nuevo impulso a estas instituciones sociales y culturales, a partir de un modelo nuevo de gestión ajustado a las características que presenta nuestra contemporaneidad. Para ello hemos recurrido al análisis histórico de la experiencia Argentina como también al de otras realidades extranjeras, encontrando en la experiencia Española y particularmente Extremeña un modelo de referencia válido que con los ajustes necesarios a nuestra realidad nacional intentaremos desarrollar en nuestro país. 

 RESEÑA HISTÓRICA


 Intentar ser preciso a la hora de establecer con claridad el origen y desarrollo histórico que han tenido las Universidades Populares, nos exigiría un esfuerzo que va más allá de nuestras posibilidades y del objeto de este trabajo. Baste simplemente decir que estas instituciones, como es común que ocurra con aquellas creaciones que son producto de complejos procesos sociales, suelen reconocer múltiples antecedentes y una variada fuente de orígenes que explican su existencia. Asimismo, es conveniente realizar una separación entre lo que ha sido el proceso de desarrollo de las Universidades Populares en el orden nacional, con el observado en el plano internacional. Así es como en Europa se pueden ubicar algunos antecedentes concretos que nos permitirán visualizar el recorrido que han tenido hasta la actualidad estas organizaciones sociales. Durante el convulsionado y controvertido siglo XIX, confluyeron determinadas circunstancias que de algún modo incidieron en la emergencia de las Universidades Populares. Hechos históricos que, acontecidos en el siglo anterior, desarrollaron sus influencias en este, y en los tiempos sucesivos. Los ideales de la Revolución Francesa con sus consecuencias políticas, económicas, y sociales, dieron lugar a sociedades con anhelos más democráticos, donde los hombres mudaron su condición de súbditos a la de ciudadanos. El desarrollo de la Revolución Industrial, configurando nuevas tipologías sociales, como la emergencia del proletariado de clase, junto a los grandes procesos de urbanización que esta trajo aparejados. Las nuevas corrientes de pensamiento, como el Marxismo, el Krausismo, el Humanismo, el romanticismo en el arte, etc., fueron solo algunos de los factores que influenciaron esos años de importantes transformaciones. Citando a Hugo Juri, podemos decir que “es así como es posible reconocer recorridos diferenciados para las Universidades Populares en cuanto a su desarrollo histórico. Comenzando entonces y siguiendo también a Leopoldo Palacios Morini, podemos analizar el origen de las dos concepciones principales y más genuinas de las Universidades Populares como instituciones de libre enseñanza con el fin puro de elevar la cultura y el conocimiento de los más necesitados, esto es: A) las Universidades Populares Auto-Generadas, como la de Deherme en Paris y las generadas por intelectuales españoles (Ejemplo: Blasco Ibáñez –Valencia 1903) y B) las generadas por instituciones como las de Extensión Universitaria (Oviedo y los Reformistas de América Latina) y las creadas con apoyo de municipios y de la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (AUPEX). Las concepciones extremas de estos dos modelos, que como veremos produjeron debilidades naturales que las llevaron muchas veces al fracaso, se han visto superados en Extremadura por la colaboración en el justo término entre AUPEX y la Universidad de Extremadura. Tanto la Extensión Universitaria como una de sus acciones trascendentes como es la generación de Universidades Populares y el apoyo a su funcionamiento ha tenido a lo largo de su historia un desarrollo llamativamente similar en España y América Latina, tanto en sus momentos de brillo como en sus períodos de oscuridad, con algunas particulares características: poca comunicación institucional y desconocimiento mutuo de historia y acciones entre los grupos españoles y los americanos y asincronía en su similar evolución histórica, pero coincidiendo con sus propios procesos políticos de democracias y rupturas institucionales en gobiernos dictatoriales. También son coincidentes las ventajas que ofrecen hoy a sus sociedades nacionales, en especial a los sectores ausentes de los sistemas estructurados de educación formal, necesitados de acercarse a los beneficios culturales y laborales de la sociedad del conocimiento. Hay sí, diferencias de origen conceptuales y metodológicas (aunque manteniendo sus características esenciales comunes) entre las Universidades Populares generadas por la Extensión Universitaria Española (y más ampliamente Europea), junto a las auto- convocadas con la iniciativa de artistas, filósofos, obreros y políticos en España y Europa y por otro lado las americanas (las Pre-Reformistas de principios del siglo XX, y luego las Reformistas de 1918), basados en el modelo de Oviedo de Extensión Universitaria. Estas diferencias se reflejan en el actual y exitoso proceso de recuperación de las Universidades Populares españolas luego del retorno de la democracia en España y el diferente modelo Reformista que estamos reconstruyendo en América con el impulso político y académico dado por su inclusión en la declaración final de la Conferencia Regional de Educación Superior 2008, de IESALC UNESCO, en Cartagena de Indias Colombia, Preparatoria de la Cumbre Mundial de Educación Superior UNESCO París 2009, adaptando sí, el exitoso modelo asociativo de Universidades Populares españolas como la Federación Española de Universidades Populares y la Asociación de Universidades Populares de Extremadura. En otras palabras, a diferencia de la recuperación del modelo español apoyado por el estado, y en especial por los municipios, en Latinoamérica, la recuperación está más basada en un impulso inicial desde la Extensión Universitaria, para luego impulsar la total autonomía de las UUPP, una vez que el sistema alcance un grado razonable de consolidación y organización.” Siguiendo con Juri, podemos decir que el concepto de un organismo de educación popular con el objetivo de brindar conocimientos teóricos y prácticos para todos puede rastrearse en los colegios populares y escuelas danesas de mediados de siglo XIX, herederos de las concepciones del pastor luterano danés Nicolás Federico Grundtvig y el pedagogo Kristen Kold, también danés, contemporáneo y colega de Grundtvig. Grundtvig funda la primera Universidad Popular danesa en Rodding en 1884, precursora de las 79 Universidades Populares danesas de hoy. Este modelo es adoptado por otros países nórdicos como Noruega que funda su primera Universidad Popular en 1864 y en Suecia, que funda su primera Universidad Popular en 1868. También se generan en Alemania, donde hoy existen más de 1.000 Universidades Populares, con más de siete millones de estudiantes y que es un caso para analizar por varias razones: - En primer lugar, es un modelo muy exitoso que alcanzó su madurez y tiene muy bien definido su rol, separado de las universidades tradicionales pero colaborativo con las mismas. - Al igual que las Universidades Populares de Extremadura, sus estudios y certificaciones tienen gran aceptación social y también oficial. - Son básicamente apoyadas por los municipios alemanes. - Sus temáticas incluyen educación general, educación vocacional, educación política, alemán como segunda lengua (para inmigrantes), lenguas extranjeras, diferentes formas de arte, tecnologías de la información, etc. Las Universidades Populares alemanas tuvieron una notable continuidad durante todo el siglo XX, a diferencia de las UU.PP. españolas y francesas. Es reconocido por los franceses que esa continuidad exitosa influyó en la recuperación de las UUPP francesas que se ha dado en las últimas décadas y no por casualidad empezó en la región fronteriza con Alemania. Se puede pensar que la influencia ejercida por las UU.PP. alemanas sobre grandes grupos de expatriados españoles, particularmente extremeño que fueron a trabajar en las fábricas alemanas en la década de 1950, y que estudiaban en las UUPP y también las usaban como centros de formación política y resistencia antifranquista, sumados a la naturaleza del modelo alemán de formación profesional apoyado e influenciado básicamente por los municipios y su exitoso trabajo en red en la Federación Alemana, haya tenido peso importante en la reconstitución del sistema de UUPP españoles con el retorno de la democracia. Volviendo al origen de las UU.PP, sigue diciendo Juri, “el modelo francés fue el antecedente inmediato de la generación de UU.PP. españolas. El concepto más extendido en Europa a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX de UU.PP. es el auto-generado por los movimientos obreros y artísticos inicialmente en París especialmente por el tipógrafo anarquista Jorge Deherme, autor de panfleto “La Cooperación de las Ideas” con el apoyo de Mauricio Barrés, quien funda la primera Universidad Popular en 1896 con una conferencia inaugural titulada “Educación y Revolución” Una Universidad Popular proletaria clásica es la de Deherme, que continúa funcionado abierta a todas las líneas de pensamiento, que permiten la elevación moral y cultural del proletariado, que guiará la unión fraternal y cooperativa de todos los hombres. Recordemos que Deherme era anarquista. Por otro lado, el Socialismo, firme adherente del concepto de Universidades Populares, que al mismo tiempo impulsaba otros proyectos sociales como sindicatos y cooperativas de ayuda mutua, genera Universidades Populares orientadas políticamente en tiempos de la crisis francesa por el “Affaire Dreyfus”, aunque un ala más dura del Socialismo se opone a las Universidades Populares por considerarlas una maniobra burguesa para captar a la clase proletaria hacia el modelo capitalista burgués y son en parte responsables del decaimiento de las Universidades Populares francesas. Otro tipo de Universidades Populares es la generada por sindicatos cristianos llamados Institutos Populares, algunos de los cuales perduran. Luego, en 1899, Deherme crea la “Sociedad de Universidades Populares de Francia” que rápidamente genera un gran número de Universidades Populares en toda Francia que nacen y se desarrollan independientemente del Estado y de las universidades tradicionales. Este modelo se extiende por Polonia, Bélgica, Italia, Alemania y hasta Túnez y Egipto. Este modelo francés de UUPP, como los daneses y alemanes, es un modelo autónomo y separado de las universidades tradicionales, tal como el actual de España y en particular de Extremadura, aunque paradójicamente, las primeras Universidades Populares Españolas (las de la Universidad de Oviedo), se crearon por el sistema de Extensión Universitaria que analizaremos a continuación.” 

 LA EXTENSIÓN UNIVERSITARIA 


 Citando una vez más a Juri, “comenzaremos por una cuestión organizacional con el desarrollo del concepto de Extensión Universitaria en las Universidades Inglesas, en especial en Oxford y Cambridge, donde jóvenes aristócratas, estudiantes y profesores, con una conciencia social genuina, desarrollada ante la visión de la extrema miseria que vivían amplios sectores de la sociedad a mediados del siglo XIX, inspirados entre otros por el historiador Arnold Toynbee que desarrolla hasta morir una admirable tarea social en el “East End” de Londres, inician la moderna Extensión Universitaria en el mundo, a través de sus Aldeas Universitarias (“University Settlements”), particularmente el salón Toynbee en Whitechapel, establecido en honor a Toynbee por sus colegas en 1867 basándose en la experiencia de los colegios de la Clase Obrera de Sheffield, establecidos en 1842. La experiencia del salón de Toynbee muestra una evolución importante en su desarrollo; lo que empieza a ser una labor de universitarios individuales se institucionaliza en la Extensión Universitaria, y lo que comienza como un ciclo de conferencias y luego cursos, adquiere más perfil de Universidad Popular cuando los obreros participantes empiezan a sugerir para un día de la semana los temas de interés local y otro día, los “Jueves de Fumadores”, discuten sus problemas y son protagonistas de las conferencias.” Según Leopoldo Palacios Moroni en sus escritos de 1908, el modelo del salón Toynbee, considerado entonces el ideal de la Extensión Universitaria, fue sin embargo poco replicado como tal fuera de Gran Bretaña y Estados Unidos, donde las universidades comienzan programas de extensión llamadas Universidades Populares. En Francia, la Universidad Popular de Belleville, en Austria, con los docentes de la Universidad de Viena; en Italia, con los docentes de Turín, y luego como veremos en España, con la Universidad de Oviedo, como dijimos, se dieron los casos singulares de creación de Universidades Populares por impulso principal de los programas de Extensión Universitaria en Europa. La creación de la primera Universidad Popular Española surge del programa de Extensión de la Universidad de Oviedo, que a su a la vez recoge el mérito de ser considerado el primer programa oficial extensionista en la Universidades Españolas. Según Jiménez Martínez, con la experiencia ganada con la Krausista “Institución de Libre Enseñanza” creada en 1876, el profesor de la Universidad de Oviedo Don Leopoldo Alas, a instancia del profesor de derecho Rafael Altamira, propone y logra la aprobación por parte del Claustro de la Universidad de Oviedo de los primeros cursos de Extensión Universitaria en 1898. En 1901 se fundan las primeras Universidades Populares españolas como una suerte de mezclas de extensionismo universitario clásico y el modelo autónomo francés dirigidas a los obreros asturianos. Tanto Rafael Altamira, a través de su brillante ciclo de conferencias en América Latina en 1909-1910, como Leopoldo Alas, a través de su influencia intelectual Krausista sobre José Enrique Rodó, autor de Ariel y creador del concepto latinoamericanista del “Arielismo”, herramienta del Reformismo Universitario, según el criterio del Profesor Juri ejercieron gran influencia en la conformación de las Universidades Populares de América Latina. Este grupo de Oviedo fue intelectualmente formador en la Institución de Libre Enseñanza, fundada en 1876 por discípulos de Julián Sanz del Río, que habían quedado fuera de sus cátedras por el llamado decreto de Orovio (Ministro de la época) por reivindicar la independencia de pensamiento y la libertad de cátedra. Entre los fundadores de la Institución de Libre Enseñanza figuraban Francisco Giner de los Ríos, su hermano Hermenegildo y otros importantes seguidores del filósofo Karl Krause, impulsor de la libre enseñanza. Luego se desarrollaron numerosas Universidades Populares autónomas, en general impulsadas por intelectuales, siendo la primera la de Valencia, inaugurada en 1903 bajo el auspicio de Blasco Ibáñez. La Extensión Universitaria y las Universidades Populares se extienden por toda España apoyadas por intelectuales como Antonio Machado, Miguel Hernández, el Ateneo de Madrid y la Federación Universitaria de Estudiantes. Según F. Moreno Sáez, Rafael Altamira y Miguel de Unamuno intervienen en un acto de Extensión en la Universidad Popular en Cáceres, Extremadura, en 1908. De acuerdo a Martos Ortiz y la Asociación de Universidades Populares de Extremadura, hasta 1930 había cincuenta Universidades Populares en España. A fin de la Guerra Civil Española y durante el franquismo decae profundamente el movimiento de Universidades Populares en su filosofía histórica. Con la vuelta de la democracia, renacen las tradicionales Universidades Populares.  A partir de 1980, la recuperación de las Universidades Populares apoyadas por las diferentes instancias sociales y estatales, aportan fuertemente a la recuperación sociocultural española. Según Martos, un proceso que se inicia en Extremadura como una herramienta de alfabetización termina aportando enormemente en los campos de la cultura, la formación para el trabajo, y últimamente la alfabetización digital. Las Universidades Populares en España, y en particular en Extremadura, han resultado de gran apoyo a la integración social y la cultura democrática y participativa. El modelo desarrollado desde 1980 se basa en el impulso del Estado Nacional, las administraciones regionales y particularmente las alcaldías y concejos municipales ya que las Universidades Populares Españolas son eminentemente de ámbito de actuación municipal. Citando nuevamente a Martos Ortiz y AUPEX, las primeras Universidades populares en esta fase en Extremadura se fundan en 1983. A partir de ese año, a través de experiencias organizativas, se inicia el camino hacia la fundación de la Asociación Regional de Universidades Populares de Extremadura- AUPEX - en 1992. El concepto de acción global, sobre el individual de cada institución, adquiere entonces relevancia y es clave en el éxito del proceso de fortalecimiento y crecimiento de las Universidades Populares de Extremadura. A través de la conducción estratégica de AUPEX, se mejoró sustancialmente en efectividad, calidad y cantidad de acciones y participantes y número de instituciones funcionantes en la región. Así, en 1992 al tiempo de la creación de la Asociación había 17 Universidades Populares, en 1999 89, en 2001 147, en 2003 182, en 2005 210 UUPP, 219 en 2007 y 233 en 2009. Una clara demostración del interés despertado en la mayoría de las poblaciones por este modelo de progreso formativo. Desde 1982 funciona la entidad madre, la Federación Española de Universidades Populares - FEUP-.AUPEX coordina y fija estándares a las UU.PP. de la región, así como promociona y apoya a la creación de nuevas UU.PP. Por otro lado, la Universidad de Extremadura brinda apoyo académico, por ejemplo en los cursos de formador de formadores. 

 El MODELO HISTÓRICO DE LAS UNIVERSIDADES POPULARES EN LA AMÉRICA LATINA Y EN ARGENTINA EN PARTICULAR 


 En un importante trabajo, Ricardo Melgar Bao relata la experiencia extensionista de los estudiantes de la Pre-Reforma Universitaria, desde 1903 hasta comienzos de la primera guerra mundial, que se dieron bajo el signo Arielista, con movilizaciones en 1903 y 1906 en la Universidad de Buenos Aires, en 1906 en Chile, en 1909 en Perú, en 1910, 1912 y 1914 en México. Esta generación pre-reformista tiene uno de sus nexos más notables con los reformistas de 1918 en el desarrollo de las Universidades Populares. 
 En el Congreso Internacional de Estudiantes en Buenos Aires en 1910 se enuncia por primera vez el término de Universidad Popular como sinónimo de Extensión Universitaria. Portantiero ve la Universidades Populares como el pasaje de la lucha estudiantil a la política; sin embargo Aricó, teniendo en cuenta que fueron el nexo entre las nuevas elites intelectuales y obreras, lo considera una nueva manera de relacionar política y masas. 

 CREACIÓN DE LA UNIVERSIDADES POPULARES EN AMÉRICA


 El 3 de diciembre de 1912, los Ateneístas de la Juventud, que agrupaba a la nueva generación de intelectuales universitarios de la Universidad Nacional Autónoma de México, crean la Universidad Popular Mexicana. Entre sus fundadores están José Vasconcelos y Pedro Henriquez Ureña, quien en los años 30 ́funda la Universidad Popular Alejandro Korn en La Plata en Argentina. 
 Es en la Reforma Universitaria de 1918 donde las Universidades Populares devienen en un símbolo de la unidad obrero estudiantil y se generan Universidades Populares a lo largo y ancho de América Latina. Entre ellas, las Universidades Populares González Prada, fundadas por Haya de La Torre en Perú, y, según sus propias palabras, “base del partido APRA del Perú”. En Guatemala funciona la Universidad Popular bajo el auspicio de Miguel Ángel Asturias, en Chile, la Universidad Popular “Lastarría”; en Cuba, la Universidad Popular “José Martí”, etc. A partir de los años 20 las élites conservadoras comenzaron a atacarlas siendo claros ejemplos las represiones sobre la Universidad Popular “Victorino Lastarría” en Chile en 1921 y las críticas de la Liga Patriótica a la “Alejandro Korn” de La Plata en Argentina. 
 Por otro lado, también se creaban Universidades Populares autónomas, siguiendo el modelo socialista francés en América Latina. El Partido Socialista Argentino funda una Universidad Popular en Buenos Aires en 1904; en 1914 Nicanor Sarmiento funda la Universidad Popular Argentina, no partidista, y en 1917 se funda la Universidad Popular “Bernardo de Irigoyen”, más tarde Universidad Popular de Mujeres, y la Universidad Popular de La Boca, hoy aún activa, que contó entre sus maestros al pintor argentino Benito Quinquela Martín.  En la actualidad dicta cursos de formación laboral como tornería, panadería y reparación de computadoras, y cursos alternativos culturales como pintura sobre madera y tela, talleres literarios, taller de historieta, etc., además de las clásicas conferencias de las Universidades Populares. 
 Entre las vigentes en la actualidad, en 1923 se funda la Universidad Popular de Resistencia –Chaco, y en la década del 30 la Universidad Popular “La Alborada” y la mencionada “Alejandro Korn”, ambas en La Plata, la Universidad Popular de Belgrano en Buenos Aires y otras. En la década del 50, la Confederación General de Trabajadores genera las Universidades Populares Obreras, entre ellas la de Catamarca, Argentina, hoy Universidad Popular de Catamarca, incorporada a la enseñanza oficial con carreras como ayudante de enfermería, técnico en computación y oficios como orfebrería regional y diseño y fabricación de alfombras regionales. Además de cursos y conferencias sobre cultura catamarqueña. 
 Las Universidades Populares Argentinas tienen su apogeo en la década de los 60 con numerosas Universidades Populares en todas las provincias argentinas. Pasaron entonces a ser coordinadas por el Concejo Federal de Educación, bajo la denominación de Universidades Populares Argentinas (UPAs) y un decreto del Presidente Illia, las autorizaba especialmente a utilizar la denominación “Universidad”“por cuanto en este caso la denominación no induce a error a la opinión pública, siendo perfectamente conocido el tipo y el nivel de estudios que se cursan en esos establecimientos”. Este decreto, firmado por el Presidente y su Ministro de Educación, hoy vigente, fue ignorado por la dictadura de Videla, que les impuso el nombre de Institutos Argentinos de Capacitación. Hechos posteriores llevaron a su declinación, a una pérdida de coordinación entre las sobrevivientes y a una notable pérdida de la memoria social sobre el significado de las Universidades Populares. 

 HACIA LA RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL DE LAS UNIVERSIDADES POPULARES EN AMÉRICA LATINA


 Así como en los 80 el estado español recuperó el centenario concepto de Universidades Populares para acelerar su progreso cultural y laboral, sobre todo en las poblaciones adultas y las alejadas de los sistemas estructurados de educación, en América Latina, siguiendo los conceptos de la UNESCO de “educación para todos, para toda la vida” y las recomendaciones de la Declaración Final de la Conferencia Regional de Educación Superior 2008 de IESALC-UNESCO, de “extender las herramientas educativas para cumplir el precepto de UNESCO”, “a través del modelo reformista de Universidades Populares”, hoy trabajamos con un grupo de Universidades Nacionales Argentinas, para recuperar el concepto clásico de Universidades Populares como elemento reformista de extensión, pero sumándole elementos de la experiencia española, y particularmente extremeña, como el fuerte elemento catalizador y de control de calidad que es la Asociación de Universidades Populares y la fuerte presencia comunal en la gestión y toma de decisiones sobre orientación cultural y académica. Teniendo en cuenta el vacío formativo y las ansias de recuperación existente en vastos sectores socio – culturales y geográficos de nuestra población, luego de décadas de erróneas políticas sociales y educativas, y la obligación de las Universidades Nacionales de responder a las necesidades de su sociedad, y contando con los debidos apoyos institucionales de los diferentes estamentos de gobierno, creemos que estamos en condiciones de generar un proyecto exitoso que pueda ser replicado en diferentes regiones de nuestro país. 

 CONCLUSIÓN


 Los procesos históricos de expansión, decadencia y renacimiento de las Universidades Populares españolas que se repite en América Latina deja muchas enseñanzas. Entre ellas: Debe tenerse en claro el objetivo y la misión de cada Universidad Popular en particular, el cual debe ser generado desde cada comunidad, con apoyo de instituciones e intelectuales pero sin liderar el proceso que reiteramos debe estar en manos de la propia UP Aunque su origen y objetivo la encuadran ideológicamente, debe ser abierta a las ideas y discusiones democráticas. El modelo pedagógico debe ser el de la libre enseñanza, cubriendo las necesidades de los pueblos sin imitar otros modelos educativos tradicionales, cuyas ofertas están cubiertas por las instituciones asignadas a ellas. Deben constituirse en red de asociaciones y federaciones que le den contención, orientación estándar, lógica, apoyatura política, etc., para no volver a caer en el aislamiento y voluntarismo que apagó la luz de muchos proyectos de Universidades Populares de principios del siglo 20. 

 BIBLIOGRAFÍA


HISTORIA INTERNACIONAL DE LAS UNIVERSIDADES POPULARES – HUGO JURI FERNANDEZ. UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA, UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA, CÁTEDRA LIBRE DE UNIVERSIDADES POPULARES. AUPEX, EXTREMADURA, ESPAÑA, 2012 

 CÁTEDRA LIBRE DE UNIVERSIDADES POPULARES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA. PROPUESTA PARA EL DESARROLLO DE UNIVERSIDADES POPULARES DE NUEVA GENERACIÓN. GUSTAVO EDUARDO DRAKE Y GERMÁN NIEDFELD. UNLP, 2008 

 DECRETO Nº 4369, 4 DE JUNIO DE 1965 (ED.Y J.). – “REGLAMENTACIÓN DEL USO DE LA DENOMINACIÓN “UNIVERSIDAD” (B. O. 11/VI/65) 

 LA EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Y LAS UNIVERSIDADES POPULARES EN ESPAÑA Y LATINOAMÉRICA. DR.HUGO JURI, CONFERENCIA EN CIUDAD DE CÁSERES. EXTREMADURA, ESPAÑA.JULIO DE 2008 

 LA CULTURA OBRERA ARGENTINA COMO BASE DE LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL (1890- 1940) EMILIO CORBIERE HTTP://WWW.PS.SANTAFE.ORG/ADMIN/UPLOAD/D2/CULTURAOBRERAARGENTINA.PDF 

 MODELO DE INTERVENCIÓN DE LAS UNIVERSIDADES POPULARES. LA EXPERIENCIA ESPAÑOLA. FRANCISCO MARTOS ORTIZ, FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE UNIVERSIDADES POPULARES. 2008 MADRID. ESPAÑA EL RADICALISMO, ENSAYO SOBRE SU HISTORIA Y DOCTRINA AUTOR: GABRIEL DEL MAZO EDICIONES SUQUIA SRL CÓRDOBA ARGENTINA EDICIÓN 1984